Tengo un amigo que toca la viola en la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Hace dos semanas salí de parranda con él por primera vez desde que nos conocimos en la prepa. Me contó detalles de su educación. Cosas como que la maestra que más influyó en él es una catedrática rusa que en algún tiempo fue considerada “niña prodigio”, fue primer violín de la sinfónica de Moscú a las 21 años, en fin tiene un currículo que espanta y que además la señora a sus setenta y tantos es una borracha y cotorra. Resulta que decidió venir a México a enseñar y es ahora una especie de gurú en el conservatorio de Morelia.
Veo a mi cuate y me doy cuenta que para alguien como él, la práctica de un instrumento no puede ser algo así como para los ratos libres; el vato está metido en eso, en música (no en la música), en partituras, en conciertos, en ensayos; ¡tiene un callo en su quijada provocado por la viola!
A mi eso me emociona.
No me gustan los post taaan largos así que luego les cuento qué me dijo respecto a los directores de orquesta y por qué piensa que son como un dj.
Por cierto, la señora se llama Gellya Dubrova.
Veo a mi cuate y me doy cuenta que para alguien como él, la práctica de un instrumento no puede ser algo así como para los ratos libres; el vato está metido en eso, en música (no en la música), en partituras, en conciertos, en ensayos; ¡tiene un callo en su quijada provocado por la viola!
A mi eso me emociona.
No me gustan los post taaan largos así que luego les cuento qué me dijo respecto a los directores de orquesta y por qué piensa que son como un dj.
Por cierto, la señora se llama Gellya Dubrova.
