lunes, 18 de junio de 2007

el fan número 1 de cepillín


El reggaeton como aliado y la muerte del venao

Este fin de semana acudí a una fiesta de graduación y, bueno, para los que tenemos genes conservadores, este tipo de eventos nos generan cierto estrés que resulta por demás evidente. Sin embargo durante este bello festejo me percaté de algo que espero se repita en futuras celebraciones, en ésas donde el tacuche es requerido, pues resultó ser el ansiolítico perfecto.

Después de que los dos primeros jaiboles hicieron efecto, decidí hacerle honores al grupo musical. Los muchachos tenían lo suyo, dos buenos cantantes, músicos OK pero por encima de todo, un repertorio actualizado. Hubieran escuchado qué hermosas versiones de reggaeton se aventaron. Para mí fue algo así como reggaeton para dummies. Debido a la falta de tecnología (el reggaeton tiene algo industrial en sus venas) las versiones fueron súper cumbiancheras y por demás sabrosas. Imagina bailar “Atrévete, te, te. Salte del clóset, destápate, quítate el esmalte” pegadito, a un ritmo suave que permite sonreír y sostener un diálogo con la pareja, todo eso sintiéndote dueño de la situación y sin mucho sufrimiento. Nunca hubo necesidad de recurrir al odioso “ven, ven, ven, animalito ven” ni mucho menos al pinchi venao.

Sólo espero que los conjuntos musicales no comiencen a invertir en tecnología para lograr versiones más fieles porque entonces, volveré a estar acabado.